2009/09/15

Vivir como vivo pero pudiendo, de Gabriel Masfurroll en Expansión

Hace unos años conocí a un sevillano muy simpático, listo y además sabio. De aquel encuentro surgió una amistad.

Un día, hablando de nuestras cosas, me comentó refiriéndose a un pariente suyo que había heredado mucho dinero, que había vivido algunos años muy bien, pero que se había arruinado gastando todo lo que tenía y que le había dicho un día en confianza: “Mira Manolo, estoy sin blanca. Lo he pasado en grande, pero ahora no sé cómo hacerlo. Me gustaría vivir como vivo, pero pudiendo”.

Aquella frase se me quedó grabada, además del hartón de reír que me hice y me hizo meditar. Pensé en cuánta gente conocía en esta situación. Pasaron los años. Ahora estamos inmersos en una situación de crisis, España ha dejado ya prácticamente de percibir la gran mayoría de fondos comunitarios que durante tantos años recibió y que fueron de enorme ayuda al gran take-off de nuestro país en los últimos 25 años.

Ahora, sin ellos y en plena crisis, con un déficit galopante y la tasa de desempleo in crescendo, seguimos tratando de vivir como vivíamos hace unos meses, pero sin poder. Nos está pasando como al pariente de mi amigo. Se preguntarán qué pasó con el susodicho ciudadano.

Pues sigue viviendo como vivía, pero sin poder, quizás con más estrecheces, pero con buena apariencia. Y me pregunto: ¿Es esto lo que nos pasará a los españoles? ¿Trataremos de seguir aparentando sin tomar decisiones importantes, quizás drásticas, que nos permitan recobrar la salud económica para poder volver a vivir bien, pero pudiendo?
Pues saben qué les digo, que me temo que sí. Somos un país de grandes cocineros, artistas de los fogones, pero cada uno tiene su propio recetario. Lo mismo le pasa al país. Cada partido, cada político cree que tiene la receta mágica. ¿No sería mejor volver a los basics como dirían los cool y comer tortilla de patatas, pan con tomate o unos buenos callos? Creo que seguimos empecinados en aparentar más que en solucionar.

El individualismo sigue primando frente al interés colectivo, y de seguir así, levantar el vuelo o salir de este mar de Sargazos será muy difícil. Olvidémonos de intereses partidistas, seamos generosos y solidarios eligiendo las mejores recetas, sean de quien sean y vivamos como deseamos, pero pudiendo.

0 comentarios:

Publicar un comentario