2009/09/30

Robe Iniesta:


“Lo que está de moda es cortar un árbol, dejar que un niño se muera de hambre y piratear un disco o un libro. Es el siglo XXI”.





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Yo no lo habría explicado mejor. En Libertad Digital:

"TECNOLOGÍA PATCHMATCH
Quitar a las hijas de Zapatero de las fotos será un juego de niños con Photoshop
La versión CS5 de Adobe Photoshop, cuya lanzamiento se espera para abril de 2010, permitirá rehacer fácilmente las fotografías eliminando personas u objetos, recolocándolos o estrechándolas manteniendo la forma."


http://www.libertaddigital.com/internet/quitar-a-las-hijas-de-zapatero-de-las-fotos-sera-un-juego-de-ninos-con-photoshop-1276371824/
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"La endogamia de las monarquías propicia el retraso mental"
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2009/09/29

Las lecciones económicas de Zapatero

“Todas las crisis son inoportunas y por tanto indeseables”

Perogrullada tras perogrullada. Hoy, día de presentación de los Presupuestos de 2010, Zapatero escribe un artículo en el diario Público en el que analiza el origen de la crisis e intenta dar soluciones a la misma. El documento, titulado "Oportunidades y responsabilidades en la lucha contra la crisis", llama la atención por estar plagado de obviedades tales como: “Todas las crisis económicas son por definición inoportunas, pero ésta lo ha sido especialmente” (...) “de todas las crisis se sale, pero se puede salir de forma diversa” (...) “todas las crisis son inoportunas y, por tanto, indeseables”.

En los últimos días, el presidente del Gobierno ha recibido un aluvión de críticas a cuenta del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2010 y de su reforma fiscal. El último en censurar los PGE ha sido el ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, que dejó recientemente su escaño desencantado con Zapatero y que ayer publicaba en su blog lo siguiente: “Ni los ricos pagarán más, ni la subida financiará nuevo gasto público”.

En el artículo de Público, el presidente del Gobierno vuelve a dejar patente una vez más la vacuidad de su discurso económico: “Para lograr la mejor salida de la crisis, el Gobierno no plantea un cambio de rumbo de nuestra política económica. El rumbo está trazado, ahora hay que volcarse en él, fijando las opciones y las prioridades que la mejor salida de la crisis convierte en imprescindibles”.

Y más afirmaciones del mismo tenor tales como “Aquí está el gran desafío que tenemos por delante, la oportunidad que debe aprovechar la sociedad española, y la obligación del Gobierno de la que tendrá que responder al final de la Legislatura: aprender de las lecciones de la crisis, acelerar la renovación de nuestro modelo productivo, saber sacar partido a las fortalezas adquiridas por nuestra economía en los últimos años".

Todo ello con el objetivo de adelantar en lo posible la recuperación "pero, sobre todo" para salir de la crisis "con una economía más competitiva, más sólida, mejor preparada para el futuro". Para lograr esa "mejor salida" de la crisis, alega, el Ejecutivo cuenta con "dos palancas fundamentales" como son la Ley de Economía Sostenible y los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2010.

(En El Confidencial)
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Este Gobierno es marxista; Juan Francisco Martín Seco

¿Recuerdan ese diálogo entre Chico y Groucho en Sopa de ganso?:

-"Chico: Un coche y un chófer cuestan demasiado. He vendido mi coche.
-Groucho: ¡Qué tontería! En su lugar, yo hubiera vendido el chófer y me hubiera quedado con el coche.
-Chico: No puede ser. Necesito el chófer para que me lleve al trabajo por la mañana.
-Groucho: Pero, ¿cómo va a llevarle si no tiene coche?
-Chico: No necesita llevarme. No tengo trabajo."

Podría ser un buen exponente del discurso que viene manteniendo el Gobierno a propósito de los impuestos y el presupuesto. En realidad, se le podría atribuir, sin que desentonase, la mayoría de los disparates con que los hermanos Marx nos sorprenden. Como en sus películas, todo es posible. Esto, aquello y lo contrario. No es de extrañar que si uno pretende encontrar algo de lógica en su discurso termine mareado.

Sin solución de continuidad, se pasa de defender en Pittsburgh la necesidad de mantener los estímulos fiscales a presentar en España unos Presupuestos restrictivos y, para que la confusión sea aún mayor, en las mismas cuentas públicas, al tiempo que se realizan múltiples recortes en las partidas de gasto -incluso en las de inversión pública-, se recoge la transferencia de 5.000 millones de euros a los ayuntamientos para que inviertan y reactiven la economía. En fin, que no se sabe si se quiere hacer una política restrictiva o expansiva. Y como la máxima prioridad es la de combatir el paro, se recorta la oferta pública de empleo.

Tan pronto se dice que bajar los impuestos es de izquierdas como que subirlos también lo es. Y ya en el colmo de la confusión se afirma que un Gobierno responsable debe bajar los tributos en tiempos de auge y subirlos en la época de crisis, cuando el abecé de la política anticíclica, la misma que el presidente del Gobierno ha ratificado en Pittsburgh, proclama todo lo contrario.
Se comienza afirmando que se van a subir los impuestos a los ricos y se termina realizando una de las reformas fiscales más regresivas. En unos momentos en los que lo que hay que hacer es incentivar el consumo se aumenta dos puntos el tipo del IVA, que es un impuesto indirecto y, como tal, amén de carecer de progresividad, grava el consumo. Afirmar que tenemos una recaudación por IVA de las más bajas de la Unión Europea no constituye ninguna justificación, porque lo mismo cabría afirmar de la tributación directa, especialmente de la del impuesto de sociedades y del gravamen sobre el capital.

Como se desea cuadrar el círculo, se pretende incrementar el IVA, pero sin dañar el consumo. Se anuncia por ello que la subida sólo será efectiva en la segunda mitad del año, pues para entonces, según la bola de cristal del Gobierno, la economía se habrá recuperado ya. Y ¿qué ocurre si se confunden, que se confunden siempre, y seguimos en plena recesión o al menos con la economía muy debilitada, que es lo más probable? ¿Aprobamos un decreto-ley para dejar sin efecto la medida?

El Gobierno también parece haberse liado en la cuantificación de la subida de la presión fiscal. El presidente anunció que era de un punto y medio, ahora se dice que es tan sólo de un punto; en todo caso, parece que no se percatan de que la recaudación puede incrementarse, aparte de por subir los impuestos, por un mayor control del fraude, del que nadie parece acordarse y, sobre todo, por la recuperación de la economía.

Groucho Marx definía así la política: "Es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". Parece ser que este Gobierno está empeñado en darle la razón.
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2009/09/21

Josep Ramoneda en EL PAÍS

EL INDEPENDENTISMO SALE DEL ARMARIO

De Arenys surgió la Sinera de la literatura de Salvador Espriu, con acento de fundación mítica de Catalunya. Arenys de Munt -el del lado de montaña- se ha hecho con un estreno muy codiciado en el Principado: ha sido la primera ciudad que ha protagonizado una consulta sobre la independencia. Todo el mundo sabe que la consulta carecía de valor legal, por tanto, de incidencia institucional, pero sin duda tendrá consecuencias políticas. Algunos medios han hecho escarnio y mofa sobre la consulta, que es una manera de negar la importancia de la cosa. Otros han subrayado el carácter anecdótico como modo de minimizarla. Y no han faltado los que, como siempre, han optado por llamar a la guardia civil: que el Gobierno actúe por la vía judicial. Desde un punto de vista democrático, una consulta a la ciudadanía organizada, con rigor y sin alteración de orden público, por una entidad privada se enmarca en el normal ejercicio de la libertad de expresión, primer y principal derecho de la sociedad abierta.

Pero la principal conclusión a extraer de este episodio y de su repercusión mediática -un diario moderado como La Vanguardia abrió con esta noticia en portada a toda pastilla- es algo que se viene constatando desde hace ya algún tiempo: el independentismo ha adquirido carta de naturaleza política en Cataluña. Ha dejado de ser una cuestión marginal para incorporarse plenamente en el debate político. Y de nada sirve negar la evidencia aludiendo a su inconstitucionalidad. No por ello la movida independentista dejará de existir.

Esquerra Republicana, que desde la transición ha llevado la independencia en su ideario, ha jugado un papel importante en la salida del armario del independentismo. Sin embargo, la eclosión del fenómeno independentista en Cataluña llega cuando todos los sondeos dan el voto de Esquerra a la baja. ¿Cómo hay que interpretarlo? De una manera muy sencilla: el crecimiento del independentismo lo ha hecho transversal. Hay independentistas en las bases electorales de casi todos los partidos.

Se ha dicho que la gestión de Aznar fue una fábrica de independentistas y se ha dicho también que la frustración de la España plural de Zapatero, que empezó como una promesa y acabó como un simple eslogan, y los obstáculos al despliegue del Estatut han sido otro factor de impulso del independentismo. Siendo cierto que estos acontecimientos han ayudado a los independentistas en la medida en que se ha visto el encaje del autogobierno catalán en España como una misión imposible, creo que sería erróneo atribuir el crecimiento del independentismo sólo a factores externos. El asentamiento de la democracia y la visualización de un marco europeo para el futuro ha propiciado el final de los tabúes de la transición y, por tanto, el despliegue sin complejos de un nacionalismo y un catalanismo que ya no se sienten obligados a ocultar su deseo de ver la potencia (la nación) transformada en acto (el Estado). Para decirlo claro: si un día Bélgica se partiera en dos Estados y ambos permanecieran en la Unión Europea, la independencia de Cataluña subiría inmediatamente al primer puesto de la agenda política.

Dicho esto, ¿qué cabe esperar? El independentismo ha visto en las consultas ciudadanas una vía para la acumulación de fuerzas. La euforia inicial puede fácilmente tornarse en fatiga o en frustración si no se traduce en progresos políticos. Las elecciones autonómicas catalanas adquieren en este sentido una nueva dimensión. La probable irrupción de un candidato externo a los partidos, un neoliberal, independentista y futbolero como Laporta -¿quién no pensará en Berlusconi?- podría añadir más complicación al juego. Para los partidos que ocupan la centralidad política catalana, la eclosión del independentismo es un embrollo. A CiU, por mucho que buena parte de sus dirigentes esté sentimentalmente con las consultas, le complica la vida. Ya perdió el monopolio del nacionalismo. Ahora le entra una competencia que le obliga a tomar posiciones que pueden ser consideradas excesivas por una parte de su electorado. El PSC tendrá que perder el miedo a ofrecerse como representante de los catalanes que todavía creen que se puede estar en España, que, hoy por hoy, son mayoría. En cualquier caso, el independentismo catalán está aquí por vías pacíficas y democráticas. ¿No se decía que ésta era la única condición? Está cumplida. Se equivocará el que lo minimice o el que piense que puede acabar con él con un simple auto judicial.
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La "Guerra" según EL MUNDO


Historia de un chantaje
Casimiro García-Abadillo, Vicedirector de El Mundo


Para muchos socialistas, el diario El País es como la Biblia para los cristianos. Sus editoriales les marcan la pauta mucho más que cualquier resolución congresual del partido. Lo que dice El País va a misa.

Ese matrimonio de intereses se fraguó en plena Transición y tuvo su apogeo tras la victoria del PSOE en 1982. Juan Luis Cebrián, director entonces de El País, y Felipe González, presidente del Gobierno y líder indiscutible del PSOE, sellaron un pacto no escrito: tú me ayudas a mí, yo te ayudo a ti. Por encima de ellos, Jesús Polanco, propietario del grupo editorial, un empresario sin ideología conocida que hizo sus primeros millones vendiendo libros de texto de su editorial Santillana cuando Franco era el jefe del Estado.

El País se hizo mayor con el PSOE en el Gobierno. Compró la Cadena Ser a precio de risa y con pago aplazado y logró una concesión de televisión de pago (Canal Plus) cuando de lo que se trataba era de conceder canales de TV en abierto. «A mí no hay cojones para negarme una televisión», dicen que llegó a decir Polanco. Y, conociéndole, es muy probable que dijera eso o algo parecido. ¡Tan consciente era del poder de su grupo periodístico y de la dependencia del Gobierno de sus influyentes editoriales!

El Cardenal y el becario. Cuando, contra todo pronóstico, Zapatero ganó el congreso del PSOE en el verano del año 2000, el de León visitó casi como era preceptivo la Capilla Sixtina del Grupo Prisa: su sede de Miguel Yuste. El almuerzo, en el que estaba presente como gran cardenal Cebrián, tenía por objeto darle al nuevo delfín el marchamo de calidad.

Cebrián no sólo ejerció e maestro de ceremonias, sino que le dijo a Zapatero lo que debía y no debía hacer, tratándole casi como a un becario de su periódico.

El líder del PSOE nunca olvidó tamaña humillación, así que cuando ganó las elecciones en 2004 (también contra todo pronóstico) se propuso romper el cordón umbilical que había unido desde hacía más de dos décadas a su partido con el grupo de Jesús del Gran Poder (como fue bautizado por el editor del Grupo 16 Juan Tomás de Salas).

Zapatero no sólo retiró la proscripción contra EL MUNDO, periódico al que la vieja guardia culpaba de la pérdida del poder a manos de Aznar, sino que comenzó a ayudar a un grupo mediático en el que el presidente contaba con amigos y confidentes.

Las hostilidades, los celos, no tardaron en aflorar.

La llamada segunda guerra del fútbol (históricamente los derechos para retransmitir fútbol de pago los tenía una sociedad controlada por Prisa) fue el detonante de una separación que amenaza con convertirse en violento divorcio.

El fuego amigo. Fue Felipe González, precisamente en un acto de homenaje al fallecido Jesús Polanco que se celebró en Madrid el 21 de septiembre de 2007, quien ya avisó de las consecuencias de ese inaudito y funesto desencuentro: «Me preocupa el fuego amigo y los daños colaterales...». Un mes después, el 8 de octubre, en un acto público con empresarios y en presencia del entonces número dos del PSOE, José Blanco, Cebrián acusó a los «brujos visitadores de La Moncloa» de organizar los asaltos al BBVA y a Endesa. Olvidó decir que el inspirador del asalto al banco presidido por Francisco González no era otro que el conspicuo abogado, asesor áulico y consejero de Prisa, Matías Cortés.

Pero, ¿quiénes eran esos brujos visitadores? En ese cajón de sastre Cebrián incluía desde Miguel Barroso a Javier de Paz, pasando, claro está, por José Miguel Contreras o Jaume Roures y, cómo no, por el ministro de Industria, Miguel Sebastián.

En realidad, Zapatero no ha tratado tan mal al Grupo Prisa. Ni mucho menos. Le dio una solución muy favorable a sus intereses tras la sentencia del Supremo sobre el llamado antenicidio (introduciendo en la ley de TV digital una mayor concentración de la radio); le bajó el IVA para la venta de codificadores de Canal Plus del 16% al 7%, y, más importante todavía, le proporcionó un canal de TV en abierto: Cuatro.

Pero Cebrián quería más. Pretendía marcar la línea del Gobierno en relación a los medios de comunicación. Seguir siendo la prima dona del socialismo.

La guerra tiene sus consecuencias. Y en este caso han sido demoledoras para Prisa. El fútbol elevó la deuda del Grupo por encima de los 5.000 millones de euros. Y eso en un contexto de caída de la publicidad y de la difusión.

Cebrián, que manda ahora más que cuando vivía Jesús Polanco, se erigió en estratega empresarial para salvar al Grupo de la suspensión de pagos.

Menos ínfulas. Lo primero que hizo fue negociar con Telefónica la venta de Sogecable (propietario de Canal Satélite, auténtico cáncer del grupo). Para empezar, Cebrián pidió a Telefónica nada menos que 5.000 millones de euros por su participación en la compañía. César Alierta, presidente de Telefónica, remitió un mensaje a Moncloa a través de su recién incorporado consejero, Javier de Paz: «¿Qué debo hacer en este asunto?». El Gobierno respondió con claridad: «Lo que interese a la compañía; el Ejecutivo no va a presionar ni en un sentido ni en otro».

Alierta dejó pasar el tiempo para que se enfriasen las ínfulas de Cebrián, mientras en paralelo caía el valor de las acciones de Prisa en Bolsa. De los 5.000 millones iniciales, se pasó a los 3.500 y luego a los 3.000.

En ese escenario, con una crisis económica cada vez más devastadora, a Cebrián no se le ocurrió otra cosa que lanzar una OPA sobre el 100% de las acciones de Sogecable. Con lo cual no sólo hizo una ruinosa operación con un alto coste para el Grupo Prisa, sino que dio la oportunidad a Telefónica y a Vivendi para salir de su capital a un precio bastante razonable (24 euros por acción).

En diciembre de 2008, el Gobierno se había comprometido con los editores (agrupados en la patronal Uteca) a lanzar la TDT de pago en la primavera de 2009.

Era la posibilidad que esperaba el grupo de Roures (Mediapro) para rentabilizar su voluminosa inversión en la compra de derechos de fútbol.

El 3 de abril de 2009, el Ministerio de Industria emitió una nota en la que daba por abierto el plazo a las empresas operadoras para presentar la solicitud de emisión en TDT de pago. Eso ocurrió por la mañana. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, tras una conversación subida de tono con Cebrián, llamó a Sebastián y le obligó a rectificar la nota. «Bien, pues ahora ocúpate tú del asunto de la televisión», le dijo el titular de Industria a la vicepresidenta.

Evitar la guerra. Ésa era la nueva consigna. Darle un plazo de gracia a Prisa para evitar un conflicto mediático. Así que desde el Gobierno (sobre todo, con el apoyo incondicional de De la Vega -cuya posición cambió después hacia posiciones más zapateristas- y Rubalcaba) se apostó por un acuerdo amistoso que podría concretarse en la fusión de La Sexta y Cuatro.

Las negociaciones se iniciaron en primavera. El objetivo original estaba muy claro: en la sociedad resultante, cada grupo debía tener el 50% de la propiedad, aunque la gestión la controlaría La Sexta y Cebrián pretendía dirigir la línea editorial. «En los encuentros la verdad es que no había mucha química, aunque nos esforzamos por mantener una, llamémosle, cordialidad técnica», recuerda uno de los negociadores.

Las discusiones se centraron en la valoración de los activos que cada una de las sociedades aportaba a la que sería sociedad resultante de la fusión. Cebrián, ni corto ni perezoso, valoró Digital Plus en 4.000 millones de euros, aunque ya nadie daba por ella ni 2.000 millones.

A los representantes de Mediapro le preocupaban dos cosas, amén del elevado precio que Cebrián pedía por su parte. El informe del Consejo de Estado sobre un borrador de Real Decreto sobre la TDT de pago que fue presentado a mediados de junio por el Consejo Asesor de las Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (dependiente del Ministerio de Industria); y el informe de Competencia sobre las consecuencias para el mercado de una fusión de las dos únicas plataformas que tenían derechos sobre el fútbol.

«No habrá problemas». Cebrián dejó boquiabiertos a sus contertulios cuando, en una de las reuniones, al poner alguien sobre la mesa la primera de esas cuestiones, afirmó: «Al Consejo de Estado lo controlo yo».

Respecto a la segunda de las preocupaciones, el consejero delegado de Prisa se mostró más que confiado: «Soy amigo de Luis Berenguer (presidente de la Comisión Nacional de la Competencia), fuimos juntos al colegio; con él no habrá problemas».

La seguridad de Cebrián chocaba con la realidad. El pasado 10 de julio, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones emitió un informe (al que ha tenido acceso EL MUNDO) en el que dice, entre otras cosas: «En el actual contexto, Sogecable es la única alternativa de suministro (de televisión de pago) en importantes áreas del territorio nacional… Dicho operador ostenta una cuota de mercado superior al 70% en todo el territorio nacional». Es decir, la descripción de un monopolio.

Para sorpresa de los representantes de Mediapro, a primeros del mes de agosto, Prisa se descolgó con una nueva petición: querían la mayoría en la gestión y el 51% de la propiedad en la empresa resultante de la fusión. La reunión duró apenas media hora. El día 7 de agosto, Prisa comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores la ruptura formal de sus negociaciones con Imagina (holding que engloba a Mediapro y Globomedia).

¿Qué fue lo que hizo cambiar de criterio repentinamente a Prisa? Sus competidores hacen la siguiente reflexión: «Tanto María Teresa Fernández de la Vega como Rubalcaba y Elena Salgado habían advertido al presidente sobre las consecuencias de una guerra con Prisa y El País. Regular la TDT por decreto era para Cebrián una declaración abierta de hostilidades. Ese relevante grupo de miembros del Gobierno le hizo saber al consejero delegado de Prisa que Zapatero no se atrevería a sacar por decreto la TDT. Por tanto, si la regulación se retrasaba, al tenerse que tramitar como una ley, Sogecable seguiría actuando como monopolio. Faltaban sólo unas semanas para comenzar la Liga y eso les daba una inesperada posición de fuerza. Por eso nos echaron el órdago. Nosotros no lo aceptamos».

El 12 de agosto, como había vaticinado el consejero delegado de Prisa, su periódico, El País, adelantó el informe del Consejo de Estado que establecía que la modificación de las reglas de juego en la televisión de pago requería su tramitación como ley.

Era un golpe directo a las intenciones del Gobierno, que al día siguiente tenía prevista una reunión de urgencia en plenas vacaciones para aprobar un paquete de medidas contra la crisis. Sin embargo, las maniobras de Cebrián no dieron resultado. El 13 de agosto, el Consejo de Ministros aprobó por sorpresa el Real Decreto 11/2009 por el que se regulaba la TDT de pago.

Cebrián se encontraba ese día en Estados Unidos y movió todos los hilos para afear la conducta del Gobierno. Incluso llamó por teléfono a Mariano Rajoy (tras hablar primero con Esteban González Pons), a quien hizo ver que Zapatero estaba cometiendo una tropelía con el único objeto de beneficiar a Roures y a su grupo. «La aprobación por decreto no tiene justificación; espero que el PP se oponga a ese atropello», atribuye una fuente al enfadado Cebrián en su conversación con el líder de la oposición.

El desatino. A su regreso a España, la respuesta no se hizo esperar. Al margen de editoriales y artículos críticos contra el Gobierno, el propio Cebrián tomó la pluma y arrancó en la portada de El País del 21 de agosto un duro artículo contra Zapatero. Entre otras lindezas, Cebrián acusaba al Gobierno de «favorecer los intereses de una empresa cuyos propietarios están ligados por lazos de amistad al poder». Y concluía, indignado: «Ningún demócrata que se precie de serlo puede pasar por alto semejante desatino».

Desde entonces, El País ha mostrado una inusitada beligerancia contra la política económica de Zapatero. Incluso ha reflejado en su portada el «desconcierto» en algunos sectores del PSOE por la política «errática» del presidente del Gobierno.

Según algunas fuentes, Cebrián ha llegado a insinuar que Zapatero podría adelantar las elecciones ya que no iba a aguantar la presión de su grupo periodístico unida a la crisis económica que seguirá prolongándose, al menos, durante otros tres trimestres.

El último esfuerzo de Cebrián por impedir la catástrofe se centró en evitar la aprobación por el Congreso del decreto ley del 13 de agosto. Según algunas fuentes, el consejero delegado de Prisa, personalmente, habría hablado con líderes de CiU para que votaran en contra y con dirigentes del PSC para que presionaran a Zapatero.

Pero Cebrián ha perdido el pulso: el Congreso aprobó por 183 votos la TDT de pago (el PP, PNV y UPyD votaron en contra), lo que supone un varapalo para los intereses de Prisa.

Es verdad que algunos socialistas se preguntan si su partido podrá seguir manteniendo el poder sin el apoyo mediático de El País, la Ser y Cuatro (Iñaki Gabilondo ha dicho en su telediario esta semana que el «problema de Zapatero no es Prisa, sino Zapatero»).

Pero el presidente del Gobierno cuenta con el apoyo mayoritario del Comité Federal y del Grupo Parlamentario. En el propio Ejecutivo, el más crítico con su decisión ha sido el ministro del Interior.

Pero, al otro lado de la barrera, Cebrián no ha logrado que su chantaje (retirarle el apoyo a Zapatero si no cedía en la TDT de pago) surtiera efecto.

Uno de sus competidores, que le conoce bien, concluye: «Cebrián ha demostrado ser un mal gestor porque la situación del Grupo Prisa es ahora peor que nunca; pero tampoco ha demostrado que pueda lograr concesiones por parte del Gobierno. Entonces, ¿para qué le sirve ahora Cebrián al Grupo Prisa?».

Un dirigente del PSOE es aún más drástico: «Esto sólo tiene dos salidas: o Zapatero se carga a Prisa, o Prisa se carga a Zapatero».

casimiro.g.abadillo@elmundo.es
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"La huida hacia adelante de Rodríguez Zapatero". José Oneto. Estrella Digital.

El presidente del Gobierno ha recibido este fin de semana el apoyo incondicional de todo su partido en la reunión del Comité Federal, celebrado en un ambiente de expectación mediática que no se recuerda desde su primera victoria electoral en marzo del 2004.

Agobiado por las críticas de la mayoría de los medios; criticado por la improvisación de muchas medidas económicas, entre ellas la todavía no suficientemente explicada subida de impuestos; acusado de ejercer el poder de forma desordenada y de cortocircuitar a sus ministros; señalado como el principal culpable de que, dentro del partido, no se haga la correspondiente autocrítica, Zapatero ha vuelto a recibir un cheque en blanco no sólo para seguir haciendo la misma política por la que está siendo tan criticado, sino que ha recibido también el visto bueno para radicalizar su discurso.

En esta ocasión su discurso ha ido dirigido contra los empresarios que han pedido todo tipo de ayudas para hacer frente a la crisis y ahora critican con dureza la subida de impuestos para hacer posible una política social más solidaria, contra los poderosos que quieren cambiar la política del país y que incluso se atreven a pedir un adelanto electoral y contra algunos medios informativos, especialmente el periódico El País, que se empeña en marcar cuáles deben ser la decisiones políticas que tiene que tomar el Ejecutivo.

Según el presidente, en pocos días dos editoriales y tres tertulias han cambiado radicalmente el clima político nacional, algo que responde totalmente a la realidad, ya que hace poco más de diez días todo el interés informativo estaba centrado en los problemas de la oposición, en las todavía no demostradas acusaciones de espionaje político del Ejecutivo al Partido Popular y en el desarrollo y consecuencias del 'escándalo Gürtel'.

Qué es lo que ha ocurrido en tan poco tiempo como para que el viento haya cambiado de signo y la primera tormenta, en forma de 'gota fría', haya caído sobre el presidente como una tromba hasta dejarle desconcertado y le haya obligado a pedir un cierre de filas dentro del partido?
Ha ocurrido que las sucesivas declaraciones y rectificaciones sobre la reforma impositiva y sobre las ayudas de los desempleados que han perdido todo tipo de prestación han puesto de manifiesto que cada ministro va por su lado y que no existe la mínima coordinación ni planificación, ni política informativa.

Ha ocurrido que en el plazo de una semana han abandonado sus escaños dos ministros (Jordi Sevilla y César Antonio Molina) y un ex vicepresidente (Pedro Solbes), al parecer todos descontentos, por las formas de gobernar del presidente, cuando, en su momento, fueron incapaces de denunciar esa situación, renunciar a sus carteras y dimitir.

Ha ocurrido que los escasos puentes que existían entre la Moncloa y el Grupo Prisa se han roto definitivamente por orden del consejero delegado del grupo, Juan Luis Cebrián, por el decreto-ley de la TDT de pago, que contribuye a agudizar, aún más, los problemas económicos del grupo, y que los comentarios y editoriales de todas sus terminales (El País, la cadena SER y Cuatro Televisión) tienen desconcertados al votante socialista más moderado, que es el que, al fin y al cabo, al que el PSOE tiene que movilizar para poder ganar unas elecciones.

Ante esta situación, Zapatero ha optado por una huida hacia adelante, convencido de que dentro del partido no hay otra alternativa, y que no se puede reproducir un escenario parecido al del último González, cuando los enfrentamientos entre felipistas, guerristas y sindicalistas provocaron las primeras divisiones en el PSOE.

Lo malo es que esa huida hacia delante va acompañada de un discurso más radicalizado que, en último término, beneficiará al Partido Popular.
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2009/09/17

La Opinión de Gabilondo: 17 de septiembre (Noticias Cuatro)

"Nadie podrá evitarnos ni los sudores ni el mal cuerpo que ahora arrastramos, ni los retorcijones ni la descomposición del tejido económico. En fin, y ustedes disculpen, tendremos que estar hechos una mierda durante bastante tiempo".

"Si reprochamos a Zapatero que se aísle con una pequeña camarilla para afrontar la crisis, es porque pensamos que ni Zapatero sólo, ni el Gobierno sólo, ni el PSOE sólo pueden con ella. Más aun, seguramente ni el PSOE y el PP juntos, ni el Parlamento entero podrían.

Porque, desde nuestro punto de vista, en otras ocasiones expresado, ninguna política podrá ahorrarnos un largo y agotador periodo de purga, para depurar quince años de excesos. De excesos de todos. Podemos cambiar de médico, podrá éste cambiarnos el purgante, pero purgante habrá de ser.

Nadie podrá evitarnos ni los sudores ni el mal cuerpo que ahora arrastramos, ni los retorcijones ni la descomposición del tejido económico. En fin, y ustedes disculpen, tendremos que estar hechos una mierda durante bastante tiempo.

Cuando esto pase, habremos perdido peso, musculatura y fuerza. Y, al iniciar la recuperación, habremos aprendido que es mejor crecer con moderación, en las proporciones que se puedan digerir y metabolizar. Y, como habremos entendido que la bulimia económica -como la otra- es una enfermedad mental, controlaremos nuestro cerebro para no desear volver a las andadas.

Bien, dejemos la metáfora y volvamos a la política. No confiamos en el PP porque no ha aprendido nada de esta crisis. Su plan consiste en regresar, no nos dice cómo, al modelo pasado, lo cual, si no fuera imposible sería suicida.

Criticar a Zapatero por su mala gestión de la crisis no quiere decir abrazar el pensamiento que inoculó la locura y, mucho menos, permitir que Zapatero se convierta en el chivo expiatorio y se coma los fracasos de todos. Hoy ha sido escandaloso que el presidente de las cajas de ahorro, entidades decisivas en el desastre, haya salido a la palestra no para dar explicaciones sino para exigirlas".
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"El País' contra el Gobierno". Carlos Elordi. El Periódico.

Zapatero no tiene problemas de comunicación. Lo que pasa es que está cometiendo errores políticos graves. Uno, reciente y posiblemente enmendable, anunciar una subida de impuestos, por valor del 1,5% del PIB, sin concretar a quién va a afectar y cuánto. Otro, más largamente incubado y sin vuelta atrás, según parece, es haber provocado la animadversión del grupo Prisa hacia él y su Gobierno.

La nueva posición de El País, y de la SER, pero, sobre todo, la del diario, determinan la actualidad política española mucho más que cualquier otra cosa. El lunes, el Herald Tribune lo resumía así: «El cambio de un periódico leal deja estupefacta a España». El largo artículo –que no añadía nada a lo que aquí ya se sabe sobre la querella entre Prisa y Mediapro, con el Ejecutivo como árbitro muy parcial de por medio– iba ilustrado con una reproducción de la portada del suplemento Negocios de El País del domingo en la que se veía a Zapatero agarrado a un timón y el título: A la deriva.
Ese mismo día, y por vez primera, la página del PP en internet colgaba íntegro un artículo de El País. El que proclamaba en primera: El desconcierto se extiende en el PSOE. Ayer, el editorial del diario decía: El rumbo del Gobierno: en la pendiente.

Entre los militantes socialistas no se habla de otra cosa. Muchos están desolados. Desde siempre –nacieron al mismo tiempo y casi juntos– han tenido la sensación de que El País estaba con ellos y de que, aunque a veces les criticara, los protegía de los peores golpes. Como la SER. Ahora se sienten solos. Cuando más necesario les era el apoyo desde fuera. No todos, pero buena parte de ellos echan la culpa de ello a Zapatero. Lo mismo opina, lleva tiempo diciéndolo, la vieja guardia, la gente de Felipe González. También algún miembro del Gobierno. Y más de un barón regional.

No se atisba armisticio en la guerra entre el Gobierno y Prisa. Tal vez no sea posible. La tarea que ahora tiene Zapatero es la de lidiar con el descontento interno que el asunto ha generado y que se añade a otros, el del PSC entre ellos. No es fácil. Y es que la marcha de Solbes y otros exministros es síntoma de que en el PSOE solo caben los que callan.
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2009/09/15

Vivir como vivo pero pudiendo, de Gabriel Masfurroll en Expansión

Hace unos años conocí a un sevillano muy simpático, listo y además sabio. De aquel encuentro surgió una amistad.

Un día, hablando de nuestras cosas, me comentó refiriéndose a un pariente suyo que había heredado mucho dinero, que había vivido algunos años muy bien, pero que se había arruinado gastando todo lo que tenía y que le había dicho un día en confianza: “Mira Manolo, estoy sin blanca. Lo he pasado en grande, pero ahora no sé cómo hacerlo. Me gustaría vivir como vivo, pero pudiendo”.

Aquella frase se me quedó grabada, además del hartón de reír que me hice y me hizo meditar. Pensé en cuánta gente conocía en esta situación. Pasaron los años. Ahora estamos inmersos en una situación de crisis, España ha dejado ya prácticamente de percibir la gran mayoría de fondos comunitarios que durante tantos años recibió y que fueron de enorme ayuda al gran take-off de nuestro país en los últimos 25 años.

Ahora, sin ellos y en plena crisis, con un déficit galopante y la tasa de desempleo in crescendo, seguimos tratando de vivir como vivíamos hace unos meses, pero sin poder. Nos está pasando como al pariente de mi amigo. Se preguntarán qué pasó con el susodicho ciudadano.

Pues sigue viviendo como vivía, pero sin poder, quizás con más estrecheces, pero con buena apariencia. Y me pregunto: ¿Es esto lo que nos pasará a los españoles? ¿Trataremos de seguir aparentando sin tomar decisiones importantes, quizás drásticas, que nos permitan recobrar la salud económica para poder volver a vivir bien, pero pudiendo?
Pues saben qué les digo, que me temo que sí. Somos un país de grandes cocineros, artistas de los fogones, pero cada uno tiene su propio recetario. Lo mismo le pasa al país. Cada partido, cada político cree que tiene la receta mágica. ¿No sería mejor volver a los basics como dirían los cool y comer tortilla de patatas, pan con tomate o unos buenos callos? Creo que seguimos empecinados en aparentar más que en solucionar.

El individualismo sigue primando frente al interés colectivo, y de seguir así, levantar el vuelo o salir de este mar de Sargazos será muy difícil. Olvidémonos de intereses partidistas, seamos generosos y solidarios eligiendo las mejores recetas, sean de quien sean y vivamos como deseamos, pero pudiendo.
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... a esa hora en que sólo circulan los taxis y las sirenas...
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2009/09/13

¿Una recuperación fantasma?, de Nouriel Roubini en Expansión (29/08/09)

"¿Hacia dónde se dirige la economía americana y mundial? El año pasado, había dos bandos en el debate. Uno de ellos sostenía que la recesión en los Estados Unidos tendría forma de V: corta y poco profunda.

Duraría sólo ocho meses, como las dos recesiones anteriores de 1990-1991 y 2001, y el mundo se desacoplaría de la contracción de los Estados Unidos.

Otros, incluido yo mismo, sostuvieron que, dados los excesos de apalancamiento del sector privado –en viviendas, entidades financieras y empresas–, sería una recesión en forma de U: larga y profunda. Duraría unos 24 meses y el mundo no se desacoplaría de la contracción de los Estados Unidos.

Hoy, después de veinte meses de recesión en los Estados Unidos, que pasó a ser mundial en el verano de 2008 con un reacoplamiento en masa, la idea del desacoplamiento en forma de V ha quedado descartada. Ésta es la peor recesión en Estados Unidos y a escala mundial en sesenta años. Si la recesión en Estados Unidos llegara a acabarse al final de este año, como es lo más probable, habrá sido tres veces más larga y unas cinco veces más profunda –desde el punto de vista de la reducción acumulativa de la producción– que las dos anteriores.

Los economistas convienen ahora en que la recesión ya ha pasado, la economía de los Estados Unidos y la economía mundial volverán rápidamente al crecimiento y no existe peligro de una recaída. Lamentablemente, ese nuevo consenso podría ser tan erróneo ahora como equivocados han estado en los tres últimos años quienes sostenían la hipótesis de una recuperación en forma de V.

Crecimiento anémico

Los datos de Estados Unidos –aumento del desempleo, reducción del consumo de las familias, descenso aún de la producción industrial y debilidad del mercado de la vivienda– indican que la recesión aún no ha concluido. Un análisis similar de muchas otras economías avanzadas indica que, como en los EEUU, falta muy poco para tocar fondo, pero aún no se ha tocado. La mayoría de las economías de los países en ascenso pueden estar volviendo al crecimiento, pero sus resultados son muy inferiores a su potencial.

Además, por diversas razones, es probable que el crecimiento en las economías avanzadas siga siendo anémico y muy inferior a lo normal durante al menos un par de años.

Es probable que por la primera razón haya un freno a largo plazo del crecimiento: las familias necesitan desapalancarse y ahorrar más, lo que limitará el consumo durante años.

En segundo lugar, el sistema financiero –tanto los bancos como las entidades no bancarias– está gravemente dañado. La falta de un crecimiento sólido del crédito obstaculizará el consumo y el gasto en inversión privados.

En tercer lugar, el sector empresarial afronta una saturación de la capacidad y es probable que, si el crecimiento es anémico y persisten presiones deflacionistas, la recuperación de la rentabilidad sea débil. A consecuencia de ello, no es probable que las empresas aumenten los gastos de capital.

Apalancamiento del sector público

En cuarto lugar, el apalancamiento del sector público mediante grandes déficits presupuestarios y acumulación de deuda podría bloquear una recuperación del gasto del sector privado. Además, los efectos de la política de estímulo se disiparán a principios del año próximo, con lo que hará falta una mayor demanda privada para apoyar el crecimiento continuo.

Ahora la demanda privada interna –y en particular el consumo– es débil o se está reduciendo en países muy gastadores –Estados Unidos, Reino Unido, España, Irlanda, Australia, Nueva Zelanda, etcétera–, mientras que no aumenta lo suficiente en países muy ahorradores –China, Asia, Alemania, el Japón, etcétera– para compensar la reducción de sus exportaciones netas. De modo que hay una disminución mundial de la demanda agregada en comparación con la saturación de capacidad de la oferta, lo que impedirá una sólida recuperación económica mundial.

Recaída de la recesión

Además, ahora hay dos razones para temer una recesión con dos bajadas. En primer lugar, podría ocurrir que no se aplicara bien la estrategia de salida del alivio monetario y presupuestario, porque las autoridades reciben duras críticas tanto si actúan a ese respecto como si no. Si se toman en serio sus déficits presupuestarios –y una posible monetización de éstos– y suben los impuestos, reducen el gasto y enjugan el exceso de liquidez, podrían socavar la recuperación, ya débil.

Pero, si mantienen grandes déficits presupuestarios y siguen monetizándolos, en algún momento –después de que las actuales fuerzas deflacionarias lleguen a estar más controladas–, los mercados de bonos se rebelarán. En ese momento, las perspectivas inflacionarias aumentarán, como también los rendimientos de los bonos estatales a largo plazo, y la recuperación quedará bloqueada.

Una segunda razón para temer una recesión con dos bajadas es la de que los precios del petróleo, la energía y los alimentos pueden estar aumentando más rápidamente de lo que lo justificarían los datos económicos fundamentales y la desviación de la liquidez acumulada hacia la caza de activos y la demanda especulativa podrían hacer que aumentaran aún más.

El año pasado, el petróleo a 145 dólares fue un punto de inflexión para la economía mundial, pues creó una grave crisis de ingresos para los Estados Unidos, Europa, el Japón, China, India y otros países importadores de petróleo. Si fuerzas especulativas semejantes condujeran rápidamente al petróleo hasta el nivel de 100 dólares por barril, la economía mundial, apenas recuperada de su postración, no podría soportar una crisis de contracción.

Así, pues, el fin de esta grave recesión mundial estará más cerca al final de este año que ahora, la recuperación será anémica en lugar de sólida en las economías avanzadas y existe un peligro en aumento de una recesión con dos bajadas. Las recientes recuperaciones de los mercados de valores, materias primas y crédito pueden haberse adelantado a la mejora de la economía real. En ese caso, no puede estar demasiado lejos una corrección."

Nouriel Roubini. Presidente de Roubini Global Economics y profesor de la Stern School of Economics de la Universidad de Nueva York
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2009/09/10

No Comment


"Rouco: “Si las familias de Madrid y Pozuelo rezasen todos los días el Rosario de la Virgen no habría ocurrido lo que pasó el fin de semana”




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2009/09/09

El tuno bueno...

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2009/09/08

Sinvergüenza

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Y estos son los mismos que en sus filas tienen presidentes de honor ministros con Franco, mantienen las estatuas y honores al caudillo, defienden y poseen los títulos nobiliarios (y las riquezas) que éste les otorgó y responsabilizan a los miembros de la II República de ser los culpables del alzamiento militar.

Como dicen ellos; manda guebos. Cabrones.
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Crisis de Identidad

Tiene este modesto y rudimentario blog una utility adquirida gratuitamente en Internet que mide la procedencia de los (pocos) visitantes que recibe. Esto, unido a otro gratuito contador de visitas, me permite una pequeña referencia del interés que suscita.

Pues bien, he de deciros que no ha habido mayor afluencia de visitantes "extraños" (a los cuatro amiguetes los tengo más o menos controlados) que cuando se publicó la receta del gazpacho y el vídeo de "La Canción del Verano" (Cómo mola el Paracetamol).

Creo que me voy a dedicar a las varietés, y dejar la búsqueda de opiniones interesantes. Hace falta menos tiempo (que no tengo) y te ríes más.

Otra opción sería colgar permanentemente el vídeo o la receta y así, de paso, alguno leerá algo.
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Público, 6 de Septiembre. Vuelve Wyoming. Vuelve!!!

Asuntos&Cuestiones - Gran Wyoming
La casta de los intocables

Como estaba de vacaciones,
no he podido comentar lo del
archivo de la causa del presidente
de la Generalitat Valenciana.
Estoy de acuerdo con
Herrera (IU) cuando afirma que este tipo
de decisiones afectan a la credibilidad de
la Justicia. Existía un juicio paralelo, tal y
como se decía constantemente. Una de las
cuestiones que se dirimía era si cabía la posibilidad
de juzgar a un presidente de una
comunidad autónoma que tiene una amistad
íntima con el presidente del tribunal
que le va a juzgar, amistad aireada en múltiples
actos oficiales. Tampoco fue discreto
otro magistrado amiguete, el señor De la
Rosa, vicepresidente del Consejo General
del Poder Judicial, ex consejero de Camps,
que salió en defensa de su amigo llamando
al instructor del caso, Garzón, presunto
prevaricador, en un acto de fe hacia su
antiguo jefe, ya que el sumario era secreto,
y sin preservar el respeto a los jueces que
ellos mismos exigen al resto de los ciudadanos.
Salieron a coro sin el menor recato
a gritar a los cuatro vientos: Tranquilo presidente
esto no pasa de aquí. El señor De la
Rúa, presidente del TSJV, no sólo no se inhibió
del caso, tal y como dictan las leyes,
sino que además maquinó para llegar a ser
parte de los que juzgaban sin que le correspondiera.
Todo estaba atado y bien atado.
La Justicia no va con ellos. Están acostumbrados
a que los jueces coman de su mano.
No todos, pero los que ayunan, callan, por
respeto. Siempre ha sido así.
Suben en intención de voto mientras la
esencia del Estado de derecho se carcome
acercándonos allí, a aquel sitio de donde
venimos, donde todo funcionaba como un
reloj perfecto. Cuando no hay Justicia, lo
demás es un decorado.
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