2009/10/31

De un porqué de la Crisis:



"Hay quien cruza el bosque y sólo ve leña para el fuego"

Leon Tolstoi
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2009/10/25

Miedo? Pánico teníamos que tener.

Pregunta a Alberto Ruiz Gallardón en un encuentro relacionado con el aniversario del períodico El Mundo:

Pregunta: Estimado Don Alberto, ¿Que le parece Ignacio Gonzalez como posible presidente de Caja Madrid? Apoyaría usted al cantidato respaldado por Rajoy? (Rodrigo Rato) Muchas gracias. Rebeca
Respuesta: Mire, Rebeca, nosotros no somos un partido federal. Somos un partido nacional. Yo no fui candidato a la alcaldía porque me designase el partido local en Madrid ni Esperanza fue candidata a la presidencia de la Comunidad porque la designase el partido regional. Ésas decisiones, según nuestros estatutos, como todas las grandes decisiones, las adopta la dirección nacional del partido. Creo que un proceso que afecta a la cuarta entidad financiera de España, con presencia en todas nuestras comunidades autonómas y que afecta directa o inderectamente a millones de ciudadanos, debe ser establecida por la Dirección Nacional de nuestro partido. Desde el primer día, todo lo que yo he hecho en Caja Madrid ha sido siguiendo el criterio de la Dirección Nacional y creo que eso es lo que deberíamos hacer todos.



Y luego les duele cuando les acusan de que las cajas de ahorro están politizadas! Elige el Presidente quien elige al Candidato electoral! Esto es ortodoxia financiera!

Por otro lado, seguro que lo mejor que se puede hacer con una entidad como ésta, con los problemas que "parece tener" y el lugar que ocupa en el ranking de entidades financieras de este país, es esto. El Banco de España no lo haría mejor!

Y todos mirando pa´otro lado.
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2009/10/24

God Save Angus Young

La música de Guantánamo
Juan Carlos Escudier. PÚBLICO. 24 Oct 2009

Salvo a la miss venezolana a la que le parecía un lugar apacible y relajante en el que unos señores vestidos de naranja se pasaban el día celebrando una fiesta de pijamas, estábamos todos de acuerdo en que Guantánamo no era un limbo jurídico sino un infierno ante el que nadie podía permanecer impasible. Así lo han entendido un conjunto de grupos musicales, estrellas del rock en su mayoría, que se han movilizado para acelerar el cierre del campo de concentración y para exigir que sus canciones dejen de ser utilizadas como instrumentos de tortura.
La iniciativa es valiente porque implica suponer que, a cierto volumen y de manera prolongada, Marilyn Manson, Eminem, R.E.M, Neil Diamond o la propia canción de Barrio Sésamo pueden volver tarumba a un auditorio, lo cual uno creía que ya estaba no sólo confirmado sino recogido en un anexo de la Convención de Ginebra, pero no hace justicia a Queen, AC/DC o Bruce Springsteen, a quienes se mete en el mismo saco que los anteriores con manifiesta injusticia. El asunto, en cualquier caso, no es para tomarlo a broma. Basta con imaginar una versión española de Guantánamo, con canciones a todo trapo de Karina, Manolo Escobar, El Fari o los Pecos, y echarse uno a temblar como un niño en una noche oscura.
Lo único que nos consuela es que algo semejante aquí no hubiera podido suceder nunca porque Teddy Bautista hubiera cortado de raíz esas prácticas inhumanas. Como si se tratara de una boda en Salones Lord Winston, un espía de la SGAE se habría introducido subrepticiamente en el campo simulando ser un miembro de Al Qaeda, y en el momento menos pensado, posiblemente con los acordes de fondo de Paquito el Chocolatero, hubiera exigido a las autoridades el pago de los correspondientes derechos de autor, un pico para estos tiempos de crisis.
Lo que sigue sin estar claro es cuando Obama cumplirá su promesa de echar el cierre a la ignominia. La música nos sonó bien y hasta nos ofrecimos a formar parte de la orquesta acogiendo a algunos presos, pero al Karajan de la Casa Blanca se le resisten sus propios clarinetes. La anunciada fecha del 22 de enero de 2010 es de imposible incumplimiento, toda vez que el Congreso ha prohibido el traslado de detenidos a suelo estadounidense hasta diciembre de ese año. Guantánamo nos seguirá martirizando aunque le bajen el volumen al disco de Britney Spears.
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PERSPECTIVAS ECONÓMICAS. Miguel Boyer, en EL PAÍS. 23/10/2009

Pese a los déficit y el endeudamiento, los Gobiernos no deben relajar todavía sus esfuerzos para restablecer la salud del sector financiero y el apoyo a la demanda global con políticas de expansión macroeconómica

En el último mes, se han publicado informes del FMI y de la OCDE que coinciden en que la situación económica mundial ha mejorado sustancialmente, con China en recuperación, Estados Unidos a punto de tocar fondo y los dos principales países de la Eurozona -Alemania y Francia- mostrando ya tasas intertrimestrales positivas de crecimiento. Ambas instituciones coinciden en que el rebote incipiente de las economías se está produciendo relativamente pronto y en que ello es debido a las fuertes medidas de estímulo presupuestario de muchos Gobiernos, así como a las bajadas drásticas de tipos de interés y a las inyecciones de liquidez de los bancos centrales. Estas actuaciones han salvado a la economía mundial de un escenario aún más sombrío.
Pero las fuerzas que impulsan el rebote actual son de naturaleza transitoria y disminuirán en el curso de 2010. Es demasiado pronto para que los Gobiernos relajen sus esfuerzos para restablecer la salud del sector financiero y el apoyo a la demanda global con políticas de expansión macro-económica. A pesar de los amplios déficit y de una deuda creciente en muchos países, los estímulos presupuestarios deben ser sostenidos, hasta que la recuperación tenga una base sólida.
Las recomendaciones ante las perspectivas de una recuperación -probablemente, lenta y débil- no pueden ser más claras y llenas de lógica económica. En el caso de la economía española, las dificultades son mayores por la dimensión de las caídas del sector de la construcción y del empleo. A pesar de ello, las previsiones del FMI para España -una caída interanual del PIB del 3,8% para 2009 y otra del 0,7% para 2010- no pintan tan mal como las interpretaciones de ciertos analistas y aficionados, pues la cifra para 2009 es inferior a la media de la UEM y a las de países como Alemania, Italia y Reino Unido. Además, pronosticar una caída de unas décimas negativas para 2010, entre -0,75% y -0,3%, puede tornarse en ligeramente positiva con igual probabilidad, ya que el margen de error cuando las cifras son de décimas en torno a cero puede ser del 200%, como ha sido la diferencia entre las previsiones de julio y de octubre del FMI para Alemania en 2010. Por otra parte, en las previsiones para 2012, Francia habrá superado el alto nivel de PIB del año 2008 con un 102%, y Alemania y España recuperarán un 98% de aquél, por delante de Italia e Irlanda. En 2014, según el Fondo, España estará creciendo al mismo ritmo que Estados Unidos, por encima de Alemania e Italia.
Entre los dilemas de política económica que se presentan ahora a los Gobiernos, el español ha optado por unos Presupuestos del Estado que frenan renglones de gasto y se dirigen a contener el ritmo de crecimiento del déficit, con subidas tributarias que tendrán impacto a mediados de 2010. Es una opción respetable, por ser una decisión valiente por impopular, que ha recibido el apoyo del Banco de España.
Mi opinión personal está del lado de las recomendaciones del FMI y de la OCDE, que he reseñado antes. La prioridad es sostener los estímulos expansivos de la política monetaria y presupuestaria, para reforzar el ritmo de recuperación de la economía española. Reforzar la expansión es la receta mejor, tanto para contribuir a que se reabsorba el déficit como para combatir el desempleo. Es un lugar común, desde la teoría keynesiana, que las economías no son, ni funcionan, como los hogares, ni siquiera como las empresas. Un mayor gasto público, bien elegido, estimula el crecimiento y puede reducir el déficit, en vez de agrandarlo. Por eso países como EE UU (con un déficit previsto del 13,5%) y Reino Unido (con otro del 14,5%), a pesar de tener endeudamientos del 87% y del 75% -mucho mayores que España- no están paralizados por la "histeria del déficit", como escribe Brittan, en el Financial Times.
Un suplemento de ingresos del orden de 6.400 millones de euros, como prevé recaudar el Gobierno con la subida de impuestos, podría financiarse con emisión de deuda pública sin grandes problemas. Si son aproximadamente acertadas las previsiones del FMI, los tipos de interés permanecerán bajos hasta, al menos, el año 2012, y España terminará este año con una deuda bruta del orden del 53% del PIB, frente a una media del 78% de los mayores países europeos.
La subida de impuestos en coyuntura de recuperación incipiente será -a mi juicio- contraproducente si sólo sirve para reducir el déficit, y tanto más cuanto que afecta a las familias de rentas medias y bajas, que tienen mayor propensión al consumo. Pero si se destina a sostener los estímulos a la demanda global y al empleo, podría ser adecuada, ya que el multiplicador del gasto público tiene más efecto que el contractivo de un alza tributaria.
Las recomendaciones de la llamada "escuela de la oferta" son importantes para el crecimiento a largo plazo, pero son erróneas para afrontar una crisis económica, salvo que coincidan con las recomendaciones de estirpe keynesiana (como, por ejemplo, una bajada de impuestos).
La recomendación de abaratar el despido "para crear empleo" yerra en el timing y en el objetivo. Primero, desconoce la imposibilidad para un Gobierno de plantear esa reforma mientras cada mes caen en el paro decenas de miles de trabajadores. Los sindicatos lo tomarían como una provocación y reaccionarían ásperamente. Pero, después, es que el abaratar el despido no es una panacea para crear empleo en medio de una crisis, según lo presenta un manido eslogan.
El muy serio problema de las amplísimas fluctuaciones del empleo en nuestro país, con fenomenales creaciones de puestos de trabajo en periodos de auge, seguidas de caídas de la ocupación y aumentos del paro, también extraordinarios, no se debe a que haya más días por año en las indemnizaciones por despido que en otros países. Lo demuestra, además de un análisis de causa y efecto, el caso de Irlanda, que con una flexibilidad total en los contratos laborales ha tenido una experiencia semejante a la española: tras crecer el empleo, entre 1994 y 2007, a la tasa media del 4,2% anual, ha sufrido una caída de éste del 9,2%, en el conjunto de 2008-2009, del mismo orden que la española (-7,5%).
Las excesivas fluctuaciones del empleo tienen causas mucho más profundas que el coste del despido, en las estructuras de la demanda agregada y del sistema productivo español (o irlandés). El factor fundamental es el gran peso de la inversión en construcción en España y el consiguiente en la generación del valor añadido y en el empleo. En 2007 la inversión en construcción en España y en Irlanda era del 15,7% del PIB en la primera y del 15,6% en la segunda, frente al 9% en EE UU, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. La inversión es la componente más volátil del PIB en todos los países, pero en España tiene mayor peso y mayores fluctuaciones, y determina mucho más que en otros países grandes oscilaciones del empleo.
Cuando se reduzca, como es de esperar, el excesivo peso de la construcción -que además exige inevitablemente plantillas en gran parte temporales-, disminuirán sustancialmente los enormes vaivenes del empleo que hemos experimentado en los noventa del siglo XX y en la crisis actual.
Con las lecciones que sacarán los Gobiernos y los bancos centrales del trance actual, mantendrán -cuando pase la depresión- los tipos de interés en niveles suficientemente altos para no engendrar burbujas inmobiliarias, al tiempo que los otros bancos aumentarán la prudencia en la concesión de créditos. La construcción seguirá siendo importante en España, aunque se reduzca a la mitad (unos cuatro puntos y medio del PIB) la residencial, y la inversión total seguirá siendo -en porcentaje del PIB- bastante superior a la media en la Eurozona. Ese cambio en el patrón de crecimiento ayudará a reducir el déficit de la balanza de pagos, la deuda externa y la temporalidad de los contratos.
Lo más difícil de ese cambio será expandir el sector de los servicios para mantener un crecimiento suficiente del PIB y del empleo. Ello exige, en el medio y largo plazo, una fuerte inversión en todos los tramos de educación y modificar los contratos laborales para contribuir también a la reducción de la excesiva temporalidad actual, que daña la formación profesional de los trabajadores, la productividad y la innovación en las empresas. Ése es un fin alcanzable con sólo dos tipos de contratos -uno indefinido y otro por tiempo determinado- y no la cantilena de "abaratar el despido para crear empleo".
La tarea no es nada fácil, pero es necesaria si queremos prolongar el extraordinario éxito de una economía que ha multiplicado por ocho su PIB per cápita desde 1950, y que ha convergido ya mucho con las de los países más desarrollados de Europa.
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2009/10/22

Isaac Rosa. Público.

¿Conflicto político? ¿En Euskadi? ¡Anda ya!

“No es más que un camuflaje, fuegos de artificio para hacer pensar que algo hay, pero lo único que tiene es que desaparecer ETA” -José Antonio Pastor, portavoz del PSE-

En el País Vasco no hay conflicto político. Ninguno. Cero patatero. No se dejen confundir por quienes hablan de un problema político que necesita soluciones políticas. Nada de eso. Lo único conflictivo es la existencia de un grupo terrorista (banda de delincuentes, mafia, como prefieran). Nada más. Mire donde mire yo sólo veo ETA, ETA y ETA.

Hay que reconocer que los terroristas (delincuentes, mafiosos, como gusten) se esfuerzan por convencernos de lo contrario. Llevan décadas colocando trampantojos para que piquemos: partidos, listas electorales, alcaldes, organizaciones sociales, plataformas, periódicos, y varias decenas de miles de figurantes que a cambio de un bocadillo se disfrazan de militantes y acuden a manifestaciones o a votar cuando les dejan. Ya digo, todo un montaje para que pensemos que hay conflicto político.

Lo último en su estrategia de engaño ha sido fingir que ponían en marcha un “proceso de reflexión” para construir una alternativa política al margen de la violencia. Han hecho el paripé de redactar documentos, organizar reuniones y foros de discusión para aparentar que existe una “izquierda abertzale” con conexión social y dispuesta a buscar una salida.

Menos mal que ni la policía ni los jueces se chupan el dedo. Yo tampoco pico, no soy como esos tontos útiles que protestaron el sábado, ni como esos bobos que desde el extranjero suscriben manifiestos y se ofrecen como mediadores para un proceso de paz. Que no, terroristas, que no nos la pegáis. Que no hay problema político, sólo delincuencia común, todo es ETA, ETA y ETA. Esto lo resolvemos con el código penal, aunque tardemos otros cuarenta años. O cuatrocientos si hace falta.
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2009/10/21

Anda, cállate y no la jodas más...


El Ayuntamiento de Barcelona rechaza que Telma Ortiz fuera elegida a dedo
Afirma que se valoraron otras candidaturas y que se le realizó una entrevista
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Carles Martí, y el delegado de Relaciones Internacionales, Ignasi Cardelús, han explicado que Telma Ortiz fue elegida entre diversos candidatos para el empleo que actualmente ocupa en el consistorio
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El Roto. Brillante, como siempre.


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2009/10/20

De cómo funcionan los partidos

"Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros"
Pío Cabanillas (atribuida)
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2009/10/19

O "De cómo los Reyes resultan ser los padres"




El Planeta, una farsa que se sigue creyendo
María José S. Mayo - 17/10/2009


La polémica se volvía a disparar un año más. El premio Planeta se conocía horas antes de abrir el sobre del ganador. Estaba tan literalmente cantado que Ángeles Caso se llevaría tal galardón, que hasta wikipedia lo hacía público antes de tiempo. Pero, ¿de qué se puede uno extrañar? El Planeta siempre ha funcionado de esta manera. Solo hay que recordar una anécdota más que clarificadora. En la entrega del 15 de octubre de 1989, una periodista le preguntó a Lara Hernández que cómo era posible que Soledad Puértolas, que había concursado con seudónimo, hubiera sido invitada al acto antes de conocerse el fallo. Lara le respondió: “Creo que usted todavía cree que los niños vienen de París”.

Es hora de desengañarse: el Planeta no es un premio literario al uso. Cierto es que con toda su parafernalia de rostros de la cultura, y con lo muy crematístico de su premio - el ganador se lleva 601.000 euros y el finalista, 125.000-, que le convierte en el mejor dotado económicamente tras el Nobel, parece haberse instituido como el galardón de galardones en la literatura de lengua hispana. Pero nada más lejos de la realidad.

Enrique Redel, director de la editorial Impedimenta, habla del Planeta como, ante todo, “una operación comercial, es la gran presentación mediática de las dos grandes apuestas de la editorial de cara a la campaña de Navidad”. Añade que no cree “que nadie piense que es un premio a la calidad”, es más bien “un libro legible para lectores ya hechos, pero sobre todo dirigido a gente que lee de vez en cuando”. A pesar de estar detrás de una editorial pequeña no le parece una operación que vaya contra el sector, ya que consigue que “se hable de libros sabiendo que están en otra dimensión y con otros valores”.

Se buscan premiados

Todos los años, decenas y decenas de escritores se presentan con la esperanza de ganarlo y con ese dinero poder dedicarse en exclusiva al oficio de la escritura. Y es que el gran truco de Lara ha sido siempre hacer creer que es un premio al uso. Tiene unas bases, por supuesto, pero luego están los tejemanejes al estilo de lo que demandaron Miguel Delibes y Ernesto Sábato: les habían ofrecido ganar el premio en 1994. Y es que ya es un secreto a voces. El Planeta es una gran campaña de marketing en la que el premio principal va a parar a un escritor mediático –al que muchas veces se le pide que se presente, alentándole con promesas-, mientras que el finalista es el verdadero valor a reconocer, “una promesa alimentada”, dice Redel.

Julián Rodríguez, de la editorial Periférica y autor reconocido con un par de premios, recuerda que tanto el Nadal como el Planeta surgieron en el franquismo de posguerra, “una época en la que no había industria, y en la que, por tanto, tenía sentido poner foco sobre la literatura”. Pero añade que ahora mismo “no tienen sentido, es mucho más interesante que se den premios a obras publicadas teniendo en cuenta su calidad”. Cree, además, que España es uno de los pocos países con tantos premios para primeras obras, que son las que realmente necesitan el impulso que suponen ser escogidas.

Es por alguna de estas razones que el debate a favor o en contra de los premios Planeta lleva a la conclusión de que en España quizá falte un premio a la altura del Goncourt o Renaudot que se entregan en Francia –y que no ofrecen más que publicidad a sus premiados-; o el Booker, en Reino Unido. Uno que valore más allá de intereses editoriales, el libro de más calidad del año. De esta manera “el mundo editorial mejoraría y nuestra literatura sería más exportable”, indica finalmente Redel.

Premios como el Llibreter intentan cosas parecidas, pero están muy lejos de tener la repercusión de los europeos mencionados, que son una indicación para todo buen lector de que merecen una especial atención. ¿Se acuerdan de Suite francesa?, pues vino de la mano del Renaudot. ¿Y de El Dios de las pequeñas cosas o Desgracia?, en este caso se conocieron por el Booker. Grandes lecturas recibidas con aplausos unánimes.

De momento el panorama es el que es. El Planeta se sigue televisando, es el gran acontecimiento literario del años y se le hace la ola desde muchos sectores. La ministra de Cultura tampoco falta a la cita. Pero quizá no hay que dejarse engañar y ver que, más allá de cifras y grandes campañas, se esconde ese libro que es en sí un premio.
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2009/10/14




¿Alguien sabe porqué han detenido realmente a esta gente? ¿Cómo se reconstruye un partido ilegal? ¿Quedan ilegalizadas desde ese momento las ideas que este partido defendía? ¿Queda prohibido defender un ideal abertzale, independentista y de izquierdas para lo que algunos entienden como Euskadi/Euskal Herría?

Si esta gente se ha reunido "sigilosamente" con miembros de ETA (gente que comete delitos como el asesinato y la extorsión) ¿porqué no se les detuvo, a unos y a otros, en ese momento?

¿Porqué la aplicación de la Ley de Partidos tiene siempre ese tufo electoral y partitocrático? ¿Porqué con demasiada frecuencia quienes administran las leyes parecen servir a terceros intereses, por encima de los "generales"?
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2009/10/13

La Paz Recorre el Mundo. Isaac Rosa (Trabajar Cansa, en Público)

“Sólo la cooperación entre todos solucionará los problemas de la humanidad, así lo entienden Obama y Zapatero” -Elena Valenciano, secretaria de Política Internacional del PSOE-

Como esperábamos, la concesión del Nobel a Obama ha desatado una fiebre pacifista en el planeta, preludio de una nueva era de armonía. Y el primer apóstol de la Paz será nuestro presidente, que inicia hoy la que podríamos llamar Semana de la Paz, adelanto de un semestre de sonrisas y abrazos.

La caravana del amor partió de Madrid, tras presenciar el desfile de las Fuerzas de Paz y Reconstrucción que cada año se celebra en doce de octubre -día que conmemora hechos amistosos de hace cinco siglos-. El avión presidencial, pintado con flores y colores alegres para la ocasión, aterrizará primero en la capital mundial de la Paz, Washington, donde le aguarda el hoy Premio Nobel de la Paz, antes conocido como presidente de Estados Unidos.
Juntos hablarán de las cosas que habla la gente de paz. Obama, de sus simpáticos planes para Afganistán, o de sus bases florales en Colombia. Zapatero podrá presumir de cómo España ha multiplicado por cuatro la venta de material militar en los últimos siete años -sexto exportador mundial-, o explicarle cómo acabó con la jurisdicción internacional.

De Washington, Zapatero viajará a Peaceland, antes conocido como Oriente Próximo, auténtico parque temático del amor fraternal. En Israel (país al que vendemos armas) departirá con otro Premio Nobel, el hoy presidente Simón Peres, que le contará cómo van los pacíficos asentamientos en Cisjordania, o la construcción de ese muro cuyo único propósito es cubrirlo de pintadas con mensajes de buen rollo. Zapatero reiterará los mismos mensajes de esperanza que los palestinos llevan décadas escuchando, y prometerá una inminente cumbre, conferencia u hoja de ruta. Ya digo, una nueva era.
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2009/10/12

"Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios".
Mateo 19,23-30

Y la Iglesia tiene los santos cojones de soltarla y quedarse tan ancha. Como si no fuera con ellos, vamos.
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El excremento del Diablo. MOISÉS NAÍM

El petróleo empobrece. Los diamantes, el gas y el cobre también. Los países pobres que cuentan con abundantes recursos naturales suelen ser subdesarrollados. Esto ocurre no a pesar de sus riquezas naturales, sino debido a ellas. ¿Cómo puede ser que la riqueza natural de un país perpetúe la pobreza de la mayoría de sus habitantes? Debido a un fenómeno conocido como "la maldición de los recursos naturales".

Hay países que logran conjurar esta maldición. Noruega o Estados Unidos, por ejemplo, son a la vez petroleros y desarrollados. Pero son excepciones que no sólo confirman la regla, sino que también ilustran los antídotos contra esta maldición: democracia e instituciones que limitan la concentración del poder. Además, para neutralizar la maldición también es necesario mantener la estabilidad económica, controlar el gasto público, ahorrar para los años de vacas flacas, diversificar la economía, impedir la concentración del ingreso y evitar que la moneda del país sea demasiado costosa comparada con las de otras naciones. Los países exportadores de recursos naturales que no adoptan estas medidas empobrecen y maltratan a la gran mayoría de su población. La tragedia es que pocos logran evitar estos nocivos efectos. ¿Por qué?

La maldición de los recursos es como una enfermedad adictiva: le quita a la víctima la voluntad de curarse. Los grupos más poderosos de estas sociedades no tienen muchos incentivos para luchar contra los efectos perversos de la excesiva dependencia de los recursos naturales. Los efectos son perversos para el resto de la población, no para las élites. Éstas, por el contrario, se benefician de la situación.

El venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo, uno de los fundadores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), fue el primero en llamar la atención sobre esto. El petróleo, dijo, no es oro negro; es el excremento del diablo. La intuición de Pérez Alfonzo ha sido rigurosamente confirmada. Desde 1975, por ejemplo, las economías de los países ricos en recursos naturales han crecido menos que las de los países que no exportan principalmente materias primas.

Peor aún, en los países afectados por la maldición, los beneficios del crecimiento económico se concentran en pequeños grupos políticos, militares y empresariales. Además, su moneda se encarece con respecto a las de otras naciones, lo cual frena las exportaciones de todo lo que no sea el recurso natural que tienen en abundancia. Esto, a su vez, inhibe la diversificación de la economía y condena a los países a depender cada vez más de las exportaciones de su principal materia prima. En el caso del petróleo, el crecimiento que este genera no crea puestos de trabajo en proporción a su peso en la economía. Así, en los países cuya principal exportación es el petróleo, esa industria genera más del 80% de los ingresos totales, pero tan sólo el 10% del empleo. Inevitablemente, esto aumenta la desigualdad económica.

Dado que los gobiernos de los países exportadores de materias primas no dependen de los impuestos de su población para financiarse, sus líderes pueden darse el lujo de ignorar las exigencias y necesidades de sus ciudadanos. Éstos, a su vez, desarrollan relaciones tenues y parasitarias con el Estado. Además, cuando mucho dinero público es controlado por pocos individuos que no rinden cuentas al resto de la sociedad, la corrupción es inevitable. Las similitudes de países tan diferentes como Rusia, Irán o Venezuela no son una casualidad. Son el resultado de la maldición.

Es muy difícil sacar del poder a gobiernos ricos en petróleo que, además, tienen la posibilidad de usar sus vastos recursos financieros para comprar o reprimir a sus opositores. Las estadísticas demuestran que es mucho menos probable que un país petrolero autoritario se transforme en una democracia de lo que resulta para una dictadura que no cuenta con abundantes recursos naturales. Las estadísticas también confirman que, en todas partes, las autocracias petroleras gastan más en armas y ejércitos y son más propensas a tener conflictos armados.

Esto no quiere decir que los países pobres con abundantes recursos naturales estén condenados al subdesarrollo. Chile y Botsuana son extraordinarios ejemplos de países menos desarrollados que a pesar de ser exportadores de materias primas han escapado de la maldición. Sus experiencias confirman cuáles son las vacunas que protegen a un país contra sus efectos. Pero ¿por qué estos países estuvieron dispuestos a vacunarse y otros no? Nadie sabe. A quien encuentre la respuesta a esta pregunta habría que darle el premio Nobel. No el de Economía. El de la Paz.
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LO PÚBLICO Y LO PRIVADO. Julio Llamazares

Muchos de los españoles que pudieron estudiar gracias a la existencia de una enseñanza pública ahora llevan a sus hijos a colegios y universidades privados, que son mejores según afirman, entre otras cosas menos objetivas, porque no todo el mundo puede acceder a ellos. Del mismo modo, en lugar de a la Seguridad Social, que está tan masificada, acuden a la sanidad privada, más personal y mejor según ellos (aunque, cuando se les presenten problemas de envergadura, les desviarán a los hospitales públicos, que disponen de más medios y más médicos) y, como se fían más de los bancos que del Estado, lógicamente, pues éste va a quebrar en cualquier momento, contratan seguros privados que les garanticen el bienestar futuro.

De donde viene esa desconfianza por los servicios públicos del Estado que discurre paralela a un fervor cada vez más extendido por los que presta el sector privado y que tanto sorprende a muchos extranjeros, para quienes la sanidad pública española es envidiable y en cuyos países generalmente la educación pública es casi exclusiva, no porque no sean ricos, sino porque consideran sencillamente que es la mejor. Es algo que se discute desde hace tiempo sin que nuestros opinadores encuentren una explicación.

Porque, si bien es cierto que tanto la educación como la sanidad públicas españolas tienen problemas, especialmente en aquellas autonomías en las que los gobiernos de la derecha se empeñan en arruinarlas para justificar su privatización, que es lo que pretenden, ello no explica tal desapego hacia ellas, del mismo modo en que tampoco se entiende mucho esa admiración creciente que despierta en muchas personas todo lo que tenga que ver con el sector privado. Salvo que entendamos como justificación, claro, el deseo de muchos compatriotas de emular a las clases más pudientes, que desde siempre han puesto por encima de cualquier otro el criterio de la exclusividad.

El caso es que, de un tiempo para acá, coincidiendo con la bonanza económica que España ha vivido durante años, incluso ahora que esa bonanza se ha detenido a causa de la crisis, los españoles se han lanzado a comprar acciones de las empresas privadas de educación y de sanidad, bien sea en forma de contratos, bien trasladando a sus hijos de los colegios y universidades públicos a los cada vez más numerosos centros privados. Todo ello en la convicción de que son mejores y de que en ellos no encontrarán inmigrantes (salvo los hijos de diplomáticos y gente así) y toda esa gente cutre que llena los hospitales y los colegios e institutos públicos. Razón no les falta, a decir verdad, si no fuera que ellos mismos, muchas veces, comparten esa condición para los ricos de toda la vida, que ven con desagrado cómo los hospitales y los colegios privados empiezan también a masificarse y a vulgarizarse con su presencia. Es lo que tiene vender ideas, que, si te las compran, ya no son tuyas.

El problema, en cualquier caso, no es la actitud de todas esas personas, que, al fin y al cabo, se pagan con su dinero su afán de ascenso social, sino, para los demás, aquellos que no podemos o no queremos seguir sus pasos, el deterioro de los servicios públicos al que de modo premeditado, aunque muy sutil, están llevando en los territorios de su competencia ciertos gobiernos autonómicos (esos que consideran que lo privado es siempre mucho mejor que lo público) con el fin de desviar a los usuarios hacia aquél, lo que les permite de una tacada ahorrar dinero y hacer negocio (¿o en manos de quién están, si no de ellos y sus amigos, los colegios y las clínicas privados?), y el consiguiente desprestigio que de todo lo que sea público se ha establecido en nuestra sociedad. Un desprestigio que cala cada vez más, como continuamente nos muestran muchos ejemplos (deplorar los servicios públicos es casi ya un deporte nacional, incluso entre sus trabajadores), y que se manifiesta sobremanera en el modo en que la gente se comporta ante los servicios públicos y ante los que no lo son. Así, uno puede observar cómo la gente llega ya protestando a los primeros, tenga razón o no para hacerlo, mientras que en los segundos aguanta colas o negativas sin rechistar. O asistir a la escena que un fontanero (el ejemplo sirve para cualquier otra profesión) que en su trabajo hace esperar varias horas, incluso días, a sus clientes sin dar luego ninguna explicación por ello protagoniza porque su médico de cabecera tarda 15 minutos en atenderlo.

Y es que, al hilo de todo lo comentado, parece que los únicos que tienen responsabilidad por sus actuaciones son los empleados públicos, mientras que los de las empresas privadas están exentos de cualquier culpa. Es más, contraviniendo la ley y hasta la lógica, a aquéllos se les presupone todo tipo de defectos y carencias mientras que a éstos se les ve como modélicos, incluso cuando son, como pasa con muchos médicos, que actúan al mismo tiempo en los dos sistemas, exactamente los mismos.

Al final, va a tener razón El Roto cuando sintetizaba en una de sus viñetas con su habitual vitriolismo el nuevorriquismo hispánico. Dos muertos esperan en sus ataúdes el momento de su enterramiento y uno le dice al otro: "Pues a mí me hicieron la autopsia por lo privado. ¡No veas qué diferencia!".


Julio Llamazares es escritor.
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2009/10/08

El Roto. (El País 07/10/09)

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2009/10/07

Y no paran...

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´Vivaaaaonduras´. Antonio Aramayona, en El Periódico de Aragón.

Me dejó algo más que pensativo aquel titular de un reciente telediario: "Irán lanza otro de sus misiles asesinos". Hizo preguntarme si aquellos misiles son asesinos por ser iranís o por ser misiles. La noticia anunciaba además con alarma e inquietud que esos misiles pueden alcanzar Israel y las bases norteamericanas de la zona; es decir, un país y unas bases donde abundan esos u otros misiles aún más inquietantes (seguramente con cabeza nuclear). A la mañana siguiente leía en un diario que con el lanzamiento de aquel misil Irán "desafiaba al mundo". Volví a preguntarme entonces si los medios de comunicación en el llamado mundo libre están sujetos a un ejercicio de manipulación pasiva (aceptan decir solo lo que hay que decir y como hay que decirlo) y activa (una medio falsedad repetida muchas veces acaba siendo un axioma).

Hace dos semanas se celebró una reunión del Consejo de Seguridad, donde se aprobó por unanimidad una resolución contra la carrera de armamento nuclear y a favor de impulsar al enmohecido Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). En dicha resolución se declara que el objetivo último no es tanto determinar quién puede o no puede fabricar y poseer armas nucleares, cuanto fomentar el avance hacia un mundo sin ellas. Sin embargo, no hace falta ser un lince para sospechar de las verdaderas intenciones de los países más poderosos del planeta en el plano militar y económico: buscar una cobertura legal internacional para amputar cualquier posibilidad de que Irán y Corea del Norte lleguen a tener armas nucleares.

Considerando que hay que predicar con el ejemplo, debería empezarse por que los cinco países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad (EEUU, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña) iniciasen un proceso real y veraz de desmantelamiento de su enorme arsenal de armamento nuclear. Sudáfrica ya dio ejemplo de ello en 1991: firmó el TNP y destruyó a renglón seguido sus bombas atómicas de uranio enriquecido junto con los planos. Sin embargo, las grandes potencias no buscan el desarme global, sino el mantenimiento de su hegemonía en el mundo. Irán y Corea del Norte no constituyen una amenaza mayor que, por ejemplo, Pakistán o Israel (ambos poseedores también de armamento nuclear), pero cometen el supuesto delito de no someterse al dictado del actual statu quo militar internacional, impuesto unilateralmente por las potencias mundiales. En este contexto, la resolución de la ONU y su declaración de buenas intenciones sobre desarme nuclear no dejan de ser una muestra más de hipocresía internacional.

ESPAÑA vuelve a anunciar ahora el envío de más soldados a Afganistán. La ciudadanía sabe que se trata de una guerra, antaño perdida por el ejército soviético con la ayuda económica y militar a los talibanes por parte de EEUU y sus más allegados aliados, y ahora encallada en los pedregales de un país codiciado principalmente por su gas natural y su amapola adormidera. Dicen que quiere implantarse allí la democracia, pero se consienten unas elecciones con fuerte tufo a fraude, pero útiles para mantener en el poder al amigo incondicional, Hamid Karzai. Dicen querer hacer realidad los derechos humanos y liberar a las mujeres afganas de la humillante situación en que se hallan, pero allí hay primordialmente soldados, blindados, bombarderos y campos militares.

Según la Constitución (art. 8), la misión de las fuerzas armadas es "garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional", lo cual no resulta especialmente compatible con la presencia de nuestras fuerzas armadas en misiones denominadas "de paz", pero fuertemente contaminadas por los intereses económicos y geopolíticos de las grandes potencias mundiales. Ciertamente, la Ley Orgánica de la Defensa incluye también como uno de sus objetivos "la preservación de la paz y seguridad internacionales, en el marco de los compromisos contraídos por el Reino de España". Se trata, sin duda, de un objetivo bello y altruista, pero poco visible para la ciudadanía española en el caso de Afganistán.

No obstante, nuestros políticos, inasequibles al desaliento, han contratado a Ferrán Adriá, Concha Velasco y Vicente del Bosque para que contribuyan a la promoción de nuestras fuerzas armadas, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que el 12 de octubre es el Día de la Hispanidad. El 12 de octubre de 1492 Colón desembarca en la isla de Guanahaní. En el siglo XVIII, Clemente XII decreta que la festividad de la Virgen del Pilar se celebre el 12 de octubre. En 1913, la Virgen del Pilar es nombrada excelsa patrona de la Guardia Civil. En 1918, el 12 de octubre se declara fiesta de la Raza. Ramiro de Maeztu promueve en 1929 la celebración de la Hispanidad. En 1958, la España franquista la instituye como Fiesta Nacional.

"Capitán, mande firmes (toque de corneta). Y ahora digan conmigo: ¡Viva España! ¡Viva el Rey!".

Profesor de Filosofía
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2009/10/06

Los Piratas del Ïndico. Juan Carlos Escudier.

En Somalia hay piratas, eso está claro. Unos han cambiado el parche en el ojo y la pata de palo por ametralladoras y lanzagranadas, y en vez de un loro en el hombro llevan un GPS; otros, pescan. Hoy toca hablar de los primeros porque han secuestrado a un atunero, de nombre Alakrana, y retienen a los 36 tripulantes, 16 de ellos españoles. En Somalia, un país hambriento y anárquico, no se pesca una sardina porque 800 buques de todas las nacionalidades echan sus redes en las llamadas aguas internacionales y arrasan con todo bicho viviente, mientras los que no pescan se limitan a vaciar en sus costas los desechos tóxicos de sus bodegas. El Alakrana es un moderno atunero con la eslora de un campo de fútbol y con capacidad para almacenar 2.686 metros cúbicos de pescado, o sea, la leche. Faenaba legalmente, huelga decirlo, en aguas internacionales.

A la miseria de Somalia es mejor no referirse porque es un tema aburridísimo y, además, si sus habitantes no pueden comer pescado, que se hagan espaguetis. Así que lo importante está en dilucidar si el Gobierno defiende bien a los nuestros mandando fragatas a la zona o si, como afirma el PP y el PNV, es el culpable del abordaje por no repartir a la infantería de Marina por la cubierta de los pesqueros para defenderlos a tiro limpio si es necesario. Tras clamar por la expulsión de los militares de Euskadi, es de reseñar el descubrimiento de esta nueva función del Ejército por parte del nacionalismo vasco: si no puede ser una ONG, que al menos haga de Prosegur, sobre todo si el barco está matriculado en Bermeo.

Más aún, cámbiese la ley, si es que no lo permite, y extiéndase los efectos de la custodia a otros sectores económicos. Si un empresario viaja a Marruecos a hacer negocios, que curse la instancia y exija dos legionarios, que allí se les teme; si el destino son las selvas colombianas, un par de boinas verdes; y si hay que infiltrarse en mercados muy proteccionistas, nada mejor que la Bripac. Con el tiempo, podrá ampliarse la protección al gremio de joyeros o de taxistas, muy perjudicados por la inseguridad ciudadana.

Volviendo al Alakrana, sólo queda pasar por caja para liberar a la tripulación, al estilo del Playa de Bakio, salvo que al Gobierno le dé por emular a Obama y mande a los GEO al rescate. Un final feliz es preferible a uno de película, aunque la película sea de piratas.
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Algunos no paran...

En Intereconomía:

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2009/10/05

In Memoriam

Cuando Tenga La Tierra
Mercedes Sosa
Composição: D. Toro / A. Petrocelli


Cuando tenga la tierra sembraré las palabras
que mi padre Martín Fierro puso al viento,
cuando tenga la tierra la tendrán los que luchan
los maestros, los hacheros, los obreros.
Cuando tenga la tierrate lo juro semilla que la vida
será un dulce racimo y en el mar de las uvas
nuestro vino, cantaré, cantaré.
Cuando tenga la tierra le daré a las estrellas
astronautas de trigales, luna nueva,
cuando tenga la tierra formaré con los grillos
una orquesta donde canten los que piensan.
Cuando tenga la tierra
te lo juro semilla que la vida
será un dulce racimo y en el mar de las uvas
nuestro vino, cantaré, cantaré.
HABLADO:
'Campesino, cuando tenga la tierra
sucederá en el mundo el corazón de mi mundo
desde atrás de todo el olvido secaré con mis lágrimas
todo el horror de la lástima y por fin te veré,
campesino, campesino, campesino, campesino,
dueño de mirar la noche en que nos acostamos para hacer loshijos,
campesino, cuando tenga la tierra
le pondré la luna en el bolsillo y saldré a pasear
con los árboles y el silencio
y los hombres y las mujeres conmigo'.

Cantaré, cantaré, cantaré, cantaré.
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Un tribunal con encanto. José Yoldi. EL PAÍS.


En la posmodernidad de la posmodernidad hemos acuñado nuevos valores que se acumulan o sustituyen a los que venían integrados en nuestro ADN. Antaño, el summum de la categoría eran las estrellas: hoteles cinco estrellas, restaurantes tres estrellas Michelin... hasta cerveza cinco estrellas. Pero hace algunos años alguien acuñó el encanto como valor y criterio de decisión. Así, en muchas ocasiones preferimos un hotelito con encanto, con vistas a una cala solitaria donde la puesta de sol es sólo para nuestros ojos y donde podemos llevar un atuendo cómodo para nuestras vacaciones, que ese Grand Hotel magnífico, de extra lujo, con tantas estrellas como el firmamento y en el que para no desentonar tienes que ir casi de etiqueta.
¿Que por qué digo esto? Porque, puestos a elegir, si yo fuera delincuente me gustaría que me juzgara un tribunal con encanto. No uno cinco estrellas con jueces que se supieran la ley y la hicieran cumplir, ¡qué formal y qué aburrido!
Yo buscaría algo más íntimo, casi en familia, en el que todos los magistrados que me tuvieran que juzgar fueran de mi misma ideología -seguro que así no malinterpretarían mis intenciones- y que por lo menos el presidente fuera íntimo amigo mío -así, si se equivocara, y no digo que forzosamente se tuviera que equivocar, lo haría a mi favor-, tan amigo que, a pesar de ser juez, acudiera jubiloso a mis actos de partido. Pero, sobre todo, que en lugar de abstenerse por ser mi amigo y pasar el caso a otro magistrado más imparcial, como dice la ley que hay que hacer, que tuviera en cuenta que pocas veces iba a estar en mejor situación y disposición de hacerme un favor, que los amigos están para las ocasiones. Y que, sacando pecho, dijera incluso que si alguien quería guerra por esa decisión, la iba a tener.
Un tribunal tan encantador que pensara que el que me regalaran un buen puñado de trajes a medida a mí y a mis coleguitas del alma no era por corrupción -¡por Dios, qué pesados los de EL PAÍS con estos temas!- sino, como Rafa Nadal o Cristiano Ronaldo, que anuncian relojes o coches, que es buena publicidad para la marca el que yo los llevara. Fíjense que a Nadal o Ronaldo hasta les pagan por lucir los relojes y yo lo hacía gratis total.
Una sala que entendiera que no había mala intención y que si por casualidad por esta tontería de los trajes el juez instructor considerara que he incurrido en un delito de cohecho impropio (recibir regalos con la esperanza de que yo les retribuyera con las decisiones que suelo tomar desde mi cargo) los magistrados apreciaran que nadie se vende por unos trajes de nada y que eso nunca puede ser delito.
Un tribunal que si apareciera un informe policial -con nuevos indicios de que lo de los trajes era el chocolate del loro, que en realidad todo encubría un montaje de financiación irregular de mi partido, donde las conversaciones telefónicas intervenidas con autorización judicial a algunos de los de la trama corrupta y a algunos de mis altos cargos demostraran pagos de mi Gobierno por actos en los que he intervenido y donde dijeran que yo estaba al tanto de todo-, lo ignorase deliberadamente y rechazara incorporarlo a la causa alegando que no guarda relación alguna con lo que se estaba investigando, y que, además, el caso ya se cerró -cuando no era así- por lo que no tiene competencias para seguir adelante.
Un tribunal que diera carpetazo al asunto con un sobreseimiento libre, que equivale a una absolución en toda regla, para despejar cualquier duda sobre mi mucha honorabilidad.
Un tribunal, en fin, que cercenase cualquier pesquisa sobre mi actuación, y unos magistrados a los que no les importara desprestigiarse hasta límites inconcebibles con tal de salvarme el pellejo.
De modo que, si yo pudiera elegir, buscaría que me juzgara un tribunal como la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, con el amiguito Juan Luis de la Rúa al frente y los camaradas Juan Montero y José Francisco Ceres a los lados. Probablemente piensen que como tribunal de justicia no parece tener cinco estrellas, ni cuatro, ni tres, ni dos, ni una, pero encanto...
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2009/10/01

Manuel del Pozo, en Expansión

¿Por qué sube la bolsa?

Publicado el 30-09-2009 , por Resulta que un señor pesca un magnífico lucio en el lago Michigan y se dispara su nivel de confianza. No lejos de allí, Ben acaba de despertarse, se levanta eufórico tras una noche romántica con su mujer y ve brotes verdes por todas partes.

A esa misma hora, el señor Wertzer da saltos de alegría cuando le entregan en Berlín su nuevo y flamante BMW. Y el IFO, para arriba. La señora Maruja se pone de acuerdo con su vecina Pepi y las dos deciden comprar ternera de la buena en el mercadillo de Alcañiz, lo que eleva el precio en la lonja de ganado de Texas. La consecuencia es que Juan Baldomero se dirige a su banco en Tomelloso y se lanza a comprar acciones de Telefónica. La bolsa sube.

¿Qué hubiera ocurrido si el señor de Michigan sólo pesca una zapatilla, si Ben hubiera discutido con su esposa, si a Wertzer le aplazan la entrega del BMW, y si a Maruja y a Pepi les da por cambiar la ternera por el pollo? Pues que el señor de Tomelloso se habría quedado en casa, no habría ido al banco y la bolsa hubiera caído. Que por qué sube la bolsa. La verdad es que no tengo ni idea. Y algo debería haber aprendido en los cerca de 20 años que llevo en EXPANSIÓN.

En este tiempo he visto cómo el ciudadano medio descubría la bolsa y se abalanzaba a comprar al Estado acciones de empresas privatizadas como Repsol, Telefónica y Endesa. Aquella euforia inicial se convertiría en lloros años después. Vivimos el fenómeno Terra y aquella locura colectiva que contradecía el más elemental sentido común. Cuanto más perdía una puntocom, más subía en bolsa. Aquello era insostenible y la burbuja pinchó.

Los inversores huyeron despavoridos hasta que Alan Burbujita Greenspan –considerado un mago hasta hace 3 años– se puso a inundar el mercado de dólares. La bolsa volvió a subir, pero los españoles, tan espabilados ellos, dijeron: “Esta vez no me pillan, ahora voy a comprar pisos, que el ladrillo nunca cae”. No sólo cayó, sino que se derrumbó sobre nuestras cabezas.

No han pasado ni dos años del batacazo y ahora volvemos a las andadas. El mercado inmobiliario está como para echar a correr, y los bancos no sólo no nos dan ni un euro por nuestro dinero, sino que nos bombardean con unos bonos y unas preferentes que van a dar más de un susto.

¿Es hora entonces de volver a la bolsa y contagiarnos de su optimismo? Parece ser que sí, a la vista de su espectacular evolución, que contradice cualquier lógica económica. Porque por mucho que nos traten de convencer de que la crisis ha tocado fondo y de que estamos en los inicios de la recuperación –fuera de España, por supuesto–, a ver cómo se explica que los índices europeos hayan subido más del 50% desde los mínimos de marzo, y que el Ibex encabece el rally con un 70% desde entonces.

No será por fundamentales, porque los beneficios caen y las perspectivas macroeconómicas españolas son para echarse a temblar: Más deuda, más paro, menos consumo y un Gobierno noqueado que vive en el limbo y que no es capaz de ilusionar ni a sus adeptos.
Pero entonces, ¿por qué sube la bolsa? Los analistas –muy buenos para explicar el pasado, pero no para atisbar el futuro– cuentan que la subida es lógica porque el castigo anterior fue excesivo (el Ibex pasó de los 16.000 puntos de noviembre de 2007 a los 6.700 dieciséis meses más tarde), porque hay una mejora de las expectativas, por la liquidez que han insuflado los gobiernos, por la ausencia de alternativas de inversión, por los bajos tipos de interés y por lo bien que están capeando la crisis los bancos españoles.

Si el Ibex estuviera cayendo, lo explicarían con el argumento de que las empresas ganan menos, que el desempleo no para de crecer, que el país se está endeudando en 580 millones de diarios, que el consumo se ha desplomado y que está por ver si hay alguna subprime debajo de la alfombra de las entidades financieras.

Ahora toca subir, y como dice mi buen amigo Fernández Hódar –que es de los pocos que sí saben de qué va esto de la bolsa–, se ha abierto la veda para la caza del gamusino. Todos quieren cazar las suculentas ganancias que está generando el mercado, pero a más de uno le caerá el gamusino en la cabeza, y se tendrá que convertir a la fuerza en un inversor a largo, que, por definición, es aquel inversor a corto que se ha equivocado.

Hoy nos salieron rana los de Chicago con su índice manufacturero y el Ibex cayó, mañana se conoce el dato de desempleo americano y parece que la cosa no pinta muy bien. Otro día estaremos pendientes de si Ben ha discutido o no con su mujer, suspiraremos porque a Jean-Claude le hayan florecido brotes verdes en el jardín, confiaremos en que los suecos entren en las tiendas de H&M, en que Dell venda más ordenadores, en que el PMI manufacturero –que no es una marca de leche– tire para arriba... Y llegará el tercer viernes de mes y los analistas nos dirán: “Hoy habrá volatilidad porque hay triple hora bruja”. No se trata –como yo pensaba al principio–de que miles de zombies van a la plaza de la Lealtad a celebrar Halloween. Es que ese día hay vencimiento de derivados, opciones y futuros, que no sé lo que es pero impone.

Que por qué sube la bolsa en estos tiempos tan convulsos. Pues porque Maruja y Pepi han comprado ternera en lugar de pollo. Ahora sí que lo entiendo.
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