2009/09/21

"La huida hacia adelante de Rodríguez Zapatero". José Oneto. Estrella Digital.

El presidente del Gobierno ha recibido este fin de semana el apoyo incondicional de todo su partido en la reunión del Comité Federal, celebrado en un ambiente de expectación mediática que no se recuerda desde su primera victoria electoral en marzo del 2004.

Agobiado por las críticas de la mayoría de los medios; criticado por la improvisación de muchas medidas económicas, entre ellas la todavía no suficientemente explicada subida de impuestos; acusado de ejercer el poder de forma desordenada y de cortocircuitar a sus ministros; señalado como el principal culpable de que, dentro del partido, no se haga la correspondiente autocrítica, Zapatero ha vuelto a recibir un cheque en blanco no sólo para seguir haciendo la misma política por la que está siendo tan criticado, sino que ha recibido también el visto bueno para radicalizar su discurso.

En esta ocasión su discurso ha ido dirigido contra los empresarios que han pedido todo tipo de ayudas para hacer frente a la crisis y ahora critican con dureza la subida de impuestos para hacer posible una política social más solidaria, contra los poderosos que quieren cambiar la política del país y que incluso se atreven a pedir un adelanto electoral y contra algunos medios informativos, especialmente el periódico El País, que se empeña en marcar cuáles deben ser la decisiones políticas que tiene que tomar el Ejecutivo.

Según el presidente, en pocos días dos editoriales y tres tertulias han cambiado radicalmente el clima político nacional, algo que responde totalmente a la realidad, ya que hace poco más de diez días todo el interés informativo estaba centrado en los problemas de la oposición, en las todavía no demostradas acusaciones de espionaje político del Ejecutivo al Partido Popular y en el desarrollo y consecuencias del 'escándalo Gürtel'.

Qué es lo que ha ocurrido en tan poco tiempo como para que el viento haya cambiado de signo y la primera tormenta, en forma de 'gota fría', haya caído sobre el presidente como una tromba hasta dejarle desconcertado y le haya obligado a pedir un cierre de filas dentro del partido?
Ha ocurrido que las sucesivas declaraciones y rectificaciones sobre la reforma impositiva y sobre las ayudas de los desempleados que han perdido todo tipo de prestación han puesto de manifiesto que cada ministro va por su lado y que no existe la mínima coordinación ni planificación, ni política informativa.

Ha ocurrido que en el plazo de una semana han abandonado sus escaños dos ministros (Jordi Sevilla y César Antonio Molina) y un ex vicepresidente (Pedro Solbes), al parecer todos descontentos, por las formas de gobernar del presidente, cuando, en su momento, fueron incapaces de denunciar esa situación, renunciar a sus carteras y dimitir.

Ha ocurrido que los escasos puentes que existían entre la Moncloa y el Grupo Prisa se han roto definitivamente por orden del consejero delegado del grupo, Juan Luis Cebrián, por el decreto-ley de la TDT de pago, que contribuye a agudizar, aún más, los problemas económicos del grupo, y que los comentarios y editoriales de todas sus terminales (El País, la cadena SER y Cuatro Televisión) tienen desconcertados al votante socialista más moderado, que es el que, al fin y al cabo, al que el PSOE tiene que movilizar para poder ganar unas elecciones.

Ante esta situación, Zapatero ha optado por una huida hacia adelante, convencido de que dentro del partido no hay otra alternativa, y que no se puede reproducir un escenario parecido al del último González, cuando los enfrentamientos entre felipistas, guerristas y sindicalistas provocaron las primeras divisiones en el PSOE.

Lo malo es que esa huida hacia delante va acompañada de un discurso más radicalizado que, en último término, beneficiará al Partido Popular.

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